Cómo buscamos lo que queremos.

En estos tiempos, en los que vivimos a mil, con mucho twitter y face, en el que hay tanto caos a nivel político, económico y social, en el que el éxito concebido como lo material, el poder y el dinero parece lo más importante a lograr, muchas personas necesitan mirar para adentro, buscarse a ellos mismos y preguntarse qué quieren. Parece fácil pero no es tan sencillo. 

Algo tan vital y clave como encontrar la respuesta de qué queremos se ha vuelto algo que en algunos casos parece indescifrable. 

Cada uno encontrará su manera de buscarlo, de preguntárselo: meditación, oración, ocio, actividad física, etc; hay tantas maneras como personas, lo importante es hacerlo.

A partir de preguntarnos qué queremos podemos tomar las acciones que creemos nos llevarán a eso. Qué vamos a hacer para ir encaminándonos hacia lo que deseamos. 

Con tanta agilidad y volatilidad que pareciera haber hoy en todo, solemos perder de vista el mediano y el largo plazo. Pero todo lo que hagamos hoy tendrá su repercusión, en los próximos 6 meses o en los siguientes 15 años. Todo lo que hacemos tiene su impacto en el contexto y en nosotros mismos, a veces rápido y otras veces de manera más lenta. No es fácil detectar si el resultado será positivo o no, pero lo real es que habrá un impacto y considerando esto es mejor que lo que hagamos hoy esté alineado con lo que queremos mañana. Esto vale no sólo para nuestro desarrollo profesional, sino también para todas las relaciones que construimos; las familiares, los amigos y las redes de contacto. 

Más allá de la empresa en la que trabajemos, el puesto que ocupemos, el dinero que tengamos, lo que construye nuestra marca registrada somos nosotros mismos. Nosotros somos nuestra mejor carta de presentación -y la  única que no tendrá fecha de vencimiento, como sí lo tienen una posición o un empleo determinado- y eso debemos tenerlo presente siempre. 
¿Qué nos gustaría lograr y de qué manera vamos a hacerlo?