miércoles, 19 de octubre de 2011

La Generación Y ¿Y?

Mucho se está hablando de esta generación en artículos y conferencias, muchas veces tildada de poco comprometida, que no valora lo que tiene, que no quiere hacer esfuerzo para conseguir lo que desea, que cuestiona todo como si tuviera la autoridad del gerente o director al que le hablan, etc.
Estamos frente a un cambio de paradigma en lo que respecta a los modelos de organizaciones. La manera tradicional de trabajar, de ser jefe y de comportarse en una compañía está siendo cuestionada por la nueva generación.
Vayamos por parte. Respecto al compromiso, considero que no es que los jóvenes de esta generación no tengan compromiso con su trabajo, si no que además del compromiso con su empleo, también tienen compromiso con ellos mismos, con sus hobbies, sus amigos, su familia y todo lo que conforma su vida. La diferencia con generaciones anteriores es que el trabajo no es la prioridad número uno, si no que es un ámbito que los jóvenes intentan articular de manera equilibrada con tantas otras cosas que les gusta hacer. 
Otra diferencia es que la Gen Y se pregunta "qué quiero" con mucha más frecuencia que sus padres;  y está dispuesta a ir a buscar lo que desea.
Al momento de medir los riesgos de dejar un empleo, no analizan tanto como lo hacían sus padres, por que por un lado, no existe tanta estabilidad como antes, ninguna empresa puede garantizar que se conservará un empleo a cambio de un buen desempeño; por otro lado, el sueldo y los beneficios ya no son suficientes para retenerlos. Algunas organizaciones por lo general ofrecen las mismas oportunidades de desarrollo para quienes consideran "Talentos", con las mismas herramientas y en los mismos tiempos. Y los jóvenes lo que están planteando es que son diferentes, quieren cosas distintas a las del vecino y las quieren en sus propios tiempos. Como profesional de Recursos Humanos, entiendo la lógica de una política uniforme sobre los tiempos y modalidades para el desarrollo de su personal, pero es claro que eso ya no está funcionando y que se requieren políticas más flexibles y alineadas con las necesidades de cada público: no es lo mismo el tiempo de desarrollo de un joven de 20, que el de uno de 28 o uno de 35 años. 
La Gen Y no ve que esté mal cuestionar a su jefe o a su director general; se sienten con tanto derecho como ellos a plantear temas, a hacer preguntas, y así como se sienten exigidos, también ellos exigen.
Está nueva generación está revolucionando la manera tradicional de trabajar y más allá de plantearnos si está bien o no, es algo que existe, que está presente y que debe abordarse por parte de líderes de otras generaciones buscando una conciliación y no atacando a la generación Y. 
Los líderes de generaciones como la X y los Baby Boomers tienen una ventaja frente a la Y: la experiencia; y cuando hablo de experiencia me refiero no sólo a los años de trabajo, sino también a la madurez emocional. En vez de actuar en contra de esta generación tienen la oportunidad de ser sus referentes, conociéndolos y guiándolos.
Es real que las características de la nueva generación son bien diferentes de las otras y justamente es ante esta situación que las generaciones pueden tomar lo positivo y las oportunidades de mejora para crecer en conjunto. 
En mi opinión, el error radica en verse mutuamente como bandos diferentes. Recordemos la frase tan conocida de oriente de que las crisis, los cambios, son oportunidades. Quienes sepan verlas y aprovecharlas para su crecimiento serán quienes puedan trabajar en equipo con esta generación y sacar de ella lo mejor. No son "bandos diferentes" son personas con necesidades, expectativas y motivaciones diferentes.
El cambio está y llegó para quedarse. Lo desafiante será identificar las maneras de acercarse a esta generación y encontrar sinergia entre las fortalezas de unos y otros para avanzar en los logros deseados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario