martes, 24 de julio de 2012

Talento: ¿una palabra que aplica a todos?

En términos generales, podemos decir que talento es la capacidad para desempeñarse en algo en particular. Es sinónimo de aptitud, habilidad. Y hoy en día es una palabra utilizada frecuentemente en las organizaciones, en las búsquedas de empleo, en los artículos y noticias sobre management.

Viendo una Ted Talk de Elizabeth Gilbert (autora del best seller Comer, rezar, amar) sobre la creatividad y el miedo, me despertó pensar en el desarrollo porfesional vs. el miedo.
Está tan instalada la palabra de talento y de éxito como si fueran la esencia de una persona, que me pregunté tomando las reflexiones de esta escritora, qué pasa cuando esa persona ya no se considera un talento o una persona de éxito.
¿Son el talento y el éxito una situación extraordinaria en nuestras vidas o acompañan al ser humano permanentemente, como parte de su esencia? ¿Cuál es el riesgo de no enmarcar en espacio y tiempo el talento de una persona y considerar a la persona en sí un talento? ¿Quién lo define? ¿Qué pasa cuando ya no es considerada de esa manera?

En este despertar organizacional que estamos transitando, de ver a los empleados como mucho más que un simple medio para alcanzar resultados, me parece válido replantearse el uso que hacemos de algunas palabras y acerca de las cuales muchas veces no medimos las consecuencias de lo que comunicamos como área de Recursos Humanos o en nuestros roles de líderes.

Por un lado, creo que todas las personas tienen talento para algo determinado. Por otro lado, no siempre las personas están en el lugar en el que su talento se necesita. Y por último, creo que el talento se despliega en nosotros ante determinadas circunstancias. Ninguna persona hace uso de su talento de manera permanente, sino sólo ante algunas situaciones; y algunas personas seguramente más que otras. Vasta pensar en la cantidad de personas con talento que conocemos del mundo deportivo, empresarial, del espectáculo...no todos han tenido una performance excelente y sostenida en todos sus desempeños. ¿Qué pasa con la persona cuando su talento ya no es necesario y no es considerado como tal?

Creo que en los próximos años se van a revisar muchos de los conceptos que hoy se utilizan frecuentemente en las organizaciones. Para una persona una palabra puede ser mucho más que eso, puede resultar siendo un condicionante para su manera de comportarse, su desarrollo, sus expectativas. Ninguno es tan responsable de todo ello como uno mismo; pero quienes conformamos el área de Capital Humano u ocupamos roles de liderazgo, debemos medir el impacto que tiene nuestra manera de llevar el área, las palabras que utilizamos y las interpretaciones que hacemos de éstas. Tenemos una responsabilidad compartida de todo lo que pasa en la organización, porque coordinamos a las personas en situación de trabajo y eso implica que impactamos en sus expectativas, motivaciones e interpretaciones acerca del trato que la organización les ofrece.

Asumir la  responsabilidad que implica trabajar en un área de recursos humanos implica revisar lo que generamos día a día y lo que limitamos también.

Les dejo la Ted Talk de Elizabeth Gilbert.





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